Ya no se esconden. Las relaciones lésbicas en el cine y la televisión han pasado de ser historias ocultas a brillar con luz propia. Desde romances imposibles hasta relaciones estables, estas historias muestran que le género no es un factor importante que afecte al amor.
Rachel y Luce – ‘Rosas rojas’ (‘Imagine Me & You’)
En esta película protagonizada por Piper Perabo y Lena Headey, el amor surge en mitad de una boda… entre la novia y la que se encarga de los arreglos florales en la ceremonia. Piper interpreta a Rachel, quien da el sí quiero después de conocer al amor de su vida, y no es su marido. Después de este primer encuentro, ambas entablan una amistad que poco a poco irá desembocando en algo más.
Naomi y Emily – ‘Skins’
Cuando el amor surge en plena adolescencia pero te aterra aceptar tus sentimientos, surge una relación tan tortuosa como la que nos presentó la serie británica Skins. Su historia fue una montaña rusa de besos robados, secretos y reconciliaciones épicas, con ese toque adolescente que tanto nos gusta.
Emma y Adèle – ‘La vida de Adèle’ (‘La Vie d’Adèle’)
La adaptación de la novela gráfica de Julie Maroh presenta una relación de amor tan bonita como dramática. Esta historia de autodescubrimiento muestra a Emma y Adèle, dos adolescentes que se enamoran perdidamente con esa intensidad que da la juventud. Una intensidad arrolladora tanto en el principio como en el final.
Nomi y Amanita – ‘Sense8’
Pocas series abogan por la diversidad tanto como Sense8. Nomi y Amanita son una de las parejas más estables y bonitas de toda la ficción. Nomi es una mujer trans que ha sufrido lo indecible para ser quien es. Amanita es una mujer libre, criada por una mujer y dos hombres. Y ambas se quieren incondicionalmente, luchando la una por la otra con amor y ternura.
Nic y Jules – ‘Los chicos están bien’ (‘The kids are all right’)
Nic y Jules son el vivo retrato de un matrimonio de largo recorrido, con amor, rutinas y crisis domésticas. Porque esto no ocurre sólo con las parejas heteronormativas. Esta relación no siempre es glamourosa: se equivocan, se hieren y se perdonan, porque después de tantos años juntas, lo suyo no es solo pasión: es complicidad y supervivencia.
Clarke y Lexa – ‘Los 100’ (‘The 100’)
Cuando el mundo tal y como lo conocías ha terminado, encontrar el amor es un acto de resistencia. Eso debieron pensar Clarke y Lexa, que se embarcaron en una bonita relación para luchar juntas por su propia supervivencia. Aunque las cosas no saliesen como ellas esperaban.
Alba y Natasha – ‘Habitación en Roma’ (‘Room in Rome’)
Alba y Natasha son dos desconocidas que viven un encuentro fugaz en una habitación de hotel. Un pequeño paraíso privado donde todo puede ocurrir, dándose permiso para sentir y explorar sin juicios externos. Así se crea un ambiente donde las emociones están a flor de piel, creando una relación intensa y efímera.
Therese y Carol – ‘Carol’
En una época en la que amarse era un crimen, Therese y Carol viven un amor delicado, alimentado por el anhelo más que por las caricias. Su relación es puro deseo reprimido y ternura escondida, un amor marcado por el drama pero que se siente más auténtico que otras relaciones más pasionales.
Alex y Piper: ‘Orange Is The New Black’
Esta relación no está caracterizada por la ternura, pero amar dentro de una cárcel no siempre es fácil. Un día se aman y se comen a besos sobre la mesa del comedor y otro se dan una puñalada por la espalda. Pero todo con humor.
Pauline y Juliet – ‘Criaturas celestiales’ (‘Heavenly Creatures’)
Esta historia de amor es tan intensa como enfermiza. Pauline y Juliet se obsesionan la una con la otra, llegando incluso a no distinguir la fantasía de la realidad. Una unión que termina siendo tóxica y muy peligrosa.
Eve y Villanelle – ‘Killing Eve’
Eve y Villanelle son la definición de amor retorcido, ya que aunque sientan fascinación la una por la otra, están destinadas a perseguirse eternamente. Su relación nunca será un lugar seguro, pero eso sí, siempre habrá emoción.
Carol y Susan – ‘Friends’
Carol y Susan fueron pioneras sin proponérselo: dos mujeres criando juntas al hijo de una de ellas, en los noventa. Aunque su historia no ocupa mucho espacio en la serie, su relación siempre fue estable, natural y divertida. En medio de la locura de Friends, ellas representan el amor cotidiano, sin drama ni excesos, solo cariño y compromiso.
Jules y Rue – ‘Euphoria’
Jules y Rue son pura emoción adolescente. Se aman y se hacen daño, atrapadas entre la necesidad y la adicción. Rue ve en Jules su refugio, y Jules busca en Rue una conexión que a veces duele. Su relación es frágil, honesta y brutalmente humana. No siempre sana, pero sí real: esa mezcla de ternura y drama que solo puede existir a los 17.
Tara y Darcy – ‘Heartstopper’
Tara y Darcy son el ejemplo de amor sano adolescente. Ellas se quieren y aunque sienten cierto pudor al principio, una vez lo superan no tienen problemas en gritarlo al mundo, como cualquier otro joven. Juntas se apoyan, se ríen y se cuidan, demostrando que la felicidad no necesita tragedia para ser emocionante.
Ola y Lily – ‘S*x Education’
Ola y Lily son ese tipo de pareja que te saca una sonrisa. Entre unicornios, fantasías y autodescubrimiento, su relación es tan rara como genuina. Se quieren con curiosidad, paciencia y humor, aprendiendo a aceptarse tal y como son. Ola pone los pies en la tierra, Lily sueña en otros planetas, y juntas encuentran un punto medio lleno de ternura.
Tara y Willow – ‘Buffy cazavampiros’ (‘Buffy the Vampire Slayer’)
La relación entre Tara y Willow empezó tímidamente, pero pronto se transformó en algo más profundo e intenso. Eran dulces, cómplices y auténticas y formaron una relación que rompió moldes en la televisión de su época.
Callie y Arizona – ‘Anatomía de Grey’ (‘Grey’s Anatomy’)
Callie y Arizona fueron una de esas parejas que marcaron a la enorme audiencia de Anatomía de Grey (Grey’s Anatomy). Lo suyo empezó con una chispa inesperada y se convirtió en una historia llena de amor y crecimiento. Tuvieron de todo: pasión, risas, bodas, bebés, peleas épicas y reconciliaciones emotivas. Su relación no fue fácil, pero siempre fue real.
