“Es, probablemente, la peor persona que he conocido en 6 años en el Congreso. La peor. Y aquí, simplemente, lo demuestra”.
Esta afirmación la ha hecho Gabriel Rufián, en Twitter, sobre Celia Villalobos, a propósito de su desafortunada intervención de este martes en Todo es Mentira.
Desde que la ex del Partido Popular dejara la política, su periplo televisivo la ha llevado por todo programa donde la han llamado. Desde La Hora de La 1, a Está Pasando en Telemadrid, sin olvidar su participación en Masterchef Celebrity.
Y ahora ha tocado fondo (o tal vez no) en Todo es mentira, el programa de Risto Mejide.
Obviamente, sabe que la competencia es dura y, si quiere que la sigan llamando, debe elevar el nivel de espectáculo. Ahora, lo que ha hecho Celia Villalobos en Todo es Mentira va más allá del espectáculo y da crédito a afirmaciones como la realizada por Gabriel Rufián.
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Como es habitual en el programa de Cuatro, con la permisividad habitual de Risto Mejide y los presentes, Pablo Iglesias ha sido el protagonista de los dardos de Villalobos. La ex política, en poco más de 20 segundos, se ha permitido aludir al físico de Pablo Iglesias, a su esposa Irene Montero y a sus hijos. Inenarrable.
Y todo porque al ex vicepresidente del Gobierno se le ocurrió decir, en Rac1, que a mucha gente le gustaría que no hablara tanto como lo está haciendo en los medios. Y es que, si él tiene que guardar silencio, se preguntaba, qué deberían hacer gente como Aznar, González, Bono, Margallo, Villalobos…”
Y claro, la aludida ha saltado, dejando que el personaje la devore y se ha venido arriba. O, más bien, se ha venido abajo. Muy abajo.
“Estás mucho más guapo desde que estás en tu casita. ¿Y los niños? ¿Están bien los niños? Que si hace falta voy y te echo una mano para cuidártelos porque tu mujer te hace poquito caso“, comentaba. “Oye, por cierto, los dientes te los has arreglado, ¿no?“, concluía su repugnante discurso Celia Villalobos.
Además del nauseabundo alegato, lo más criticado por los espectadores ha sido la connivencia, risas y complicidad de los presentes. Risto Mejide, Marte Flich, Miguel Lago y todos los presentes han pensado que no era demasiado duro como para interrumpirla.
Quien sí lo ha tenido claro ha sido el propio aludido, Pablo Iglesias quien, en su línea de sinceridad extrema, ha cargado contra todo y contra todos, pero con la elegancia que le caracteriza.
“Esta señora sólo puede dar lástima. Lo que es preocupante y repugnante, es el tipo de televisión y el tipo de periodismo que fabrica estos espectáculos. No mires solo al juguete roto de cada día, la degradación es responsabilidad de los que hacen la escaleta y conducen el programa”. Directo y claro.
Eso sí, parece que alguno de los implicados en el asunto, no se ha dado por aludido.
Al menos es el caso de Miguel Lago quien ha echado mano del comodín de las risas. Un comodín que no le han comprado sus seguidores.
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