Días luminosos en Venecia. Extraordinario cine, si atendemos al elogioso tono general de la crítica, y aluvión de celebridades de toda clase y condición. Véase a Kaia Gerber, exhibiendo rotundo carisma.
Alegría al sol veneciano y aplausos rotundos para la película protagonizada por Dwayne Johnson y Emily Blunt. Se titula The Smashing Machine y en ella The Rock interpreta a un luchador y dicho trabajo, apuntan medios como Variety, podría conducirle al Óscar. De momento, Dwayme Johnson prorrumpió en incontrolables sollozos cuando, una vez proyectado el largometraje en la Mostra, hubo una ovación de 15 minutos emocionantes.
Claro que lo de las ovaciones en esta edición del festival de Venecia no sabemos si ya es un termómetro o una costumbre desmedida: casi todo está siendo ovacionado y Amanda Seyfried se llevó también su ración de 15 minutos de entusiastas espectadores en pie al finalizar la proyección de la película que protagoniza: El testamento de Ann Lee.
Y luego está la presencia en Venecia de una superviviente del Hollywood clásico como es Kim Novak, la mujer rubia de títulos como Vértigo o Picnic. Se le rinde en la Mostra el merecido homenaje. Tiene unos estupendos 92 años.
Añadamos varios nombres más a esta lista de personajes bajo el sol veneciano: primero, Alexa Chung, veterana socialité un tanto extraviada pero aún no lo suficiente como para no ser invitada a eventos de altos vuelos como este.
En segundo lugar, aquella icónica modelo de los 90 que fue Eva Herzigova y que sigue en la brecha.
Y para terminar, la cantante Halsey, en modo lujo veneciano.
Y una última noticia cinematográfica desde Venecia: Kathryn Bigelow (Acero azul, Le llaman Bodhi, La noche más oscura…) regresa con A House of Dynamite sobre la amenaza nuclear mundial.
La crítica ha quedado satisfecha con la cinta de Kathryn Bigelow. Y Venecia sigue.